Situemos el problema: El sistema-mundo en profunda crisis o la excusa del islamismo radical (-C.Martinez G., ATTAC Andalucia, 28/9/2014)
Cuando en los años cincuenta y sesenta del siglo XX surgió el nacionalismo y el pan-socialismo árabe, teñido de antiimperialismo o al menos de lo que hoy conocemos como multilateralismo o “tercerismo” en el lenguaje político de la época, fraguado en las luchas anti-coloniales y espoleado por la creación del estado de Israel, los EE.UU, Gran Bretaña, Francia y el propio Israel comenzaron un largo y duro trabajo para eliminar esta amenaza a sus intereses neocoloniales o de dominio.
El ya mítico FLN-Frente Nacional de Liberación- de la independencia de Argelia o la Unión Nacional de Fuerzas Populares de Marruecos también forjada en la lucha frente a los franceses. El Destur original tunecino. El BAAS o Partido Socialista Árabe del Renacimiento de Siria e Irak. La figura clave en la construcción del socialismo árabe Gamal Abdel Nasser el líder de la revolución egipcia, Así como la irrupción de la OLP y las fracciones palestinas socialistas y marxistas más radicalizadas, todos ellos laicos aunque muy respetuosos con el Islam, fue para los árabes el inicio de su modernización entrando en el siglo XX de manos de un marxismo moderado, un modelo socialista propio y una posición política independiente cuando no hostil hacía sus antiguos colonizadores. Era el renacimiento como llevaba el BAAS por bandera. Era la búsqueda de la unidad árabe por primera vez, desde las ideas de igualdad, transformación, creación del estado social, en lugar de la caridad religiosa y era la conquista de sus materias primas y energéticas en lugar del Califato de Estambul y de las antiguas colonias. Era la defensa de las fronteras palestinas diseñadas por la ONU y sistemáticamente violadas por el estado racial y religioso de Israel. Occidente judeo-cristiano y la guerra fría no podían consentir el nacionalismo popular y soberanista de la nación árabe.
Una anécdota: Cuando a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta del siglo XX, la España franquista inició una campaña reivindicando Gibraltar español –ciertamente, lo es. Es una colonia del decadente Imperio Británico y una base militar extranjera- se hicieron muchas manifestaciones estudiantiles propiciadas por el SEU el sindicato estudiantil falangista y la propia estructura juvenil de FET y de las JONS el partido fascista del régimen. Las algaradas ante la embajada británica eran frecuentes. En una de ellas el ministro de la gobernación –el de Interior- llamo al embajador preguntándole si enviaba la Policía Armada-era como se llamaba la actual Policía Nacional- a disolver la manifestación, a lo que el embajador británico le respondió “Mejor no me mande los estudiantes”. Pues bien, eso es lo que ha ocurrido en una parte importante del mundo árabe, las potencias centrales, la CIA y el MOSSAD han creado la manifestación yihadista, las milicias islámicas radicales de todo tipo y ahora envían a la Policía Armada, es decir sus drones, aviones y misiles a disolver a sus criaturas del emirato o antes de Al Quaeda. Criaturas que con su acción favorecen los intereses del Imperio central y occidental, así como de su hijo Israel, pero que a su vez reflejan la frustración y desesperanza de la nación árabe, engañada, ninguneada y utilizada al menos de forma descarada desde 1918 al final de la I Guerra mundial.
El socialismo árabe tras la temprana muerte de Nasser, sufrió desde golpes de estado, cercos económicos, agresiones militares a su propia crisis de valores o la llegada de la corrupción, cuando no la traición o la usurpación de su legado por personajes autoritarios y militaristas. Pero que sin embargo siguieron siendo laicos y respetuosos con las importantes minorías cristianas de Irak, Siria, Palestina y el propio Egipto. Cristianos árabes que apostaron muchos de ellos por el apoyo a estos partidos que eran laicistas y progresistas. Cierto es que se cometieron errores, pero las mujeres circulaban libremente sin pañuelos ni velos por las calles, maquilladas si era su deseo, vestidas como consideraban oportuno y comenzaron a ir a la universidad. Apareció la sanidad e instrucción pública y se crearon infraestructuras como la presa egipcia de Asuán o el potente sistema sanitario público iraquí hoy destruido.
Pero ilegalizaron a los hermanos musulmanes y muchas cofradías religiosas musulmanas fueron perseguidas. También en algunos de esos países se reprimió el chiismo, que sin embargo gobernó y gobierna en Siria,- no solo en el actual Irán-, que en esos momentos –Irán- era el aliado fundamental de los EE.UU en la zona.
La guerra fría y la alianza estratégica de muchos de estos regímenes con la Unión Soviética –la Rusia y Repúblicas de su influencia de la extinta URSS- así como sus derrotas militares frente a un agresivo y conquistador estado de Israel, minaron el nacionalismo pan-árabe. La invasión soviética de Afganistán, marcó un antes y un después. En esos momentos, ante la revolución iraní y la presencia militar soviética en Afganistán, los EE.UU fraguan una sólida alianza con las monarquías corruptas y ultra-religiosas árabes del Golfo, Jordania o Marruecos en el Magreb, que siendo rigurosos partía de décadas anteriores. Frente al socialismo o nacionalismo popular árabe, se potencia un islamismo rigorista, reaccionario, financiado por los sauditas y otros aliados de la región y se crean, arman hasta con misiles de última generación de la época a las guerrillas islámicas, los movimientos de un Islam anti-comunista y anti-socialista, anti-progresista con una lectura del Libro (al Corão), más que discutible hasta el momento e influenciado por un Islam asiático, muy riguroso que además considera el diablo, todo lo que previamente han construido los socialistas pan-arabistas y/o los regímenes aliados de la URSS. Frente a antiimperialismo, religión. En esa operación la CIA y los servicios secretos de Israel juegan un importantísimo papel.
De aquellos polvos, estos lodos. Liquidado el socialismo árabe, el nasserismo, solo queda la religión como esperanza y la caridad como sistema de protección social. Cierto que, también desde el islamismo surgen tendencias anti-imperialistas y soberanistas árabes o persas, sobre todo en Líbano, Irán o el Hamas palestino, que propiciara el Mossad y que ahora tan caro le cuesta.
Occidente, la OTAN, los EE.UU lo que tratan de controlar no es a regímenes crueles y opresores, pues las monarquías del Golfo lo son. Lo que se trata de controlar son las rutas de abastecimiento de crudo y cercar militarmente por su interior a Rusia y China. Rusia lleva años advirtiendo del peligro del yihadismo radical. Denunciado su apoyo occidental y al mismo tiempo reprimiéndolo con mucha dureza en el interior de sus fronteras, en el Cáucaso a los islamistas chechenos.
La pregunta que todas y todos nos hacemos es ¿Cómo la mayor potencia militar del mundo-por ahora-no ha detectado la formación de un ejército –el del Emirato- en una zona desértica en el centro de Irak? Además ¿Cómo es que todo el armamento que porta el Emirato es de fabricación occidental o de sus aliados?
Siria ha sido envuelta en una cruel guerra civil, cruel por ambas partes, pero en la que los aliados de los EE.UU y las monarquías del Golfo o la civilizada Francia, son mayoritariamente, las mismas milicias que han fundado el Emirato. El Levante al que en su nombre se refieren, los hasta ahora aliados de los EE.UU son los estados de Líbano y Siria, mucho ojo. Es decir se pretende construir un estado teocrático entre Irak, Siria, Líbano y parte de Turquía. Pero ese sueño ha tenido padres, impulsores como Arabia Saudita, los emiratos del golfo y los EE.UU e Israel.
Pero claro, la frustración árabe y la ausencia de valores diferentes al islam o modernizadores del mismo en estos países, así como la eliminación incluso física de la mayor parte del socialismo árabe, provocan que ahora el yihadismo sea la última esperanza de unos pueblos saqueados y engañados, se vuelva contra sus antiguos padrinos. Ahora el diablo ya no es el comunismo o la Unión Soviética o el socialismo nasserista, ahora el diablo son los EE.UU y Occidente.
La realidad final es que todo esto no es sino el tablero bélico con el que el capitalismo de las potencias centrales, con los EE.UU a la cabeza trata de mantener y acumular riquezas. Controlar el mundo para disponer de reservas de crudo y de paso impedir que los estados emergentes se repartan la riqueza mundial. Es una forma de combatir la crisis del capitalismo de las potencias centrales mediante la guerra. Asustar a las poblaciones europeas y norteamericanas y entretenerlas con nuevos enemigos de forma que no descubran que el verdadero enemigo es el sistema, son los detentadores de la riqueza, la globalización neoliberal.
La lenta decadencia de los EE.UU según señala Immanuel Wallerstein. Los problemas cada vez más graves del dólar muy cuestionado por los BRICS emergentes y que comienzan a utilizar nuevas monedas. Las crisis constantes de la zona euro y la UE que continuamente cae cuando parce que va a levantarse, provocadas por sus suicidas políticas de austeridad y recortes. La crisis de Ucrania y las agresiones criminales del estado de Israel contra el pueblo palestino. Todo ello, no es sino la manifestación de un mundo que de forma inexorable se está reordenando y por ello la OTAN y sus aliados se enfrascan en guerras locales, con la excusa de exportar la democracia a tiros.
Será para peor o para mejor si logramos que los principios del sentimiento Portoalegre se abran paso y el reparto y la justicia, construyan la paz mundial. Pero el mundo está cambiando. En estos momentos, al capitalismo no le interesa la paz. En estos momentos los capitalistas para seguir acumulando necesitan menos democracia, nada de reparto e invasiones y bombardeos que garanticen su control de las rutas comerciales estratégicas y los oleoductos.
Cuando todo queda al revés
(- Por David Brooks * http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-256562-2014-10-02.html )
A veces parece que todo está al revés. Durante los últimos días han surgido una serie de ejemplos que hacen pensar que el observador está de cabeza, o las cosas que observa son lo opuesto de lo que dicen ser. El país que se proclama como el faro de la libertad mundial tiene la mayor población encarcelada en el planeta: 2,2 millones de reos. Estados Unidos tiene menos de 5 por ciento de la población mundial, pero casi 25 por ciento de la población encarcelada del mundo. Esta semana, un informe del Consejo Nacional de Investigaciones, grupo científico de élite de la Academia Nacional de Ciencias, reportó que casi uno de cada 100 adultos en el país está en prisión, tasa de 5 a 10 veces más alta que las de Europa y otras democracias. De los encarcelados, 60 por ciento son afroestadounidenses o latinos. El informe señala que la explosión en la cantidad de población encarcelada es en parte resultado de la llamada guerra contra las drogas durante los últimos 40 años.
El país que se considera ejemplo de democracia, o sea, de un gobierno electo y que gobierna en nombre del pueblo, una vez más mostró que el pueblo tiene muy poca influencia sobre sus representantes. A pesar de que la opinión pública está abrumadoramente a favor de un incremento del salario mínimo (en algunos sondeos más de 75 por ciento lo apoya), el Senado, del que más de la mitad de sus integrantes son millonarios, rechazó esa medida. No fue inusual, ya que recientemente, al analizar sondeos de opinión pública y compararlos con la toma de decisiones políticas en los últimos 30 años, investigadores comprobaron que los intereses de los más ricos casi siempre prevalecen sobre la voluntad e influencia de las mayorías.
En el país que se proclama campeón del mundo civilizado, el Estado sigue asesinando legalmente a reos, incluso en violación al derecho internacional en el caso de varios mexicanos y otros extranjeros. La semana del 31/04 al 6/05 el mundo fue testigo de una barbaridad sobre otra en Oklahoma: no sólo se trató de una ejecución, sino de algo que fue más una muerte por tortura, por fallas al ejecutar a un reo, en el intento por matarlo humanamente, acto que el alto comisionado de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas condenó como probable castigo cruel, inhumano y degradante. En Estados Unidos se han realizado 1379 ejecuciones desde 1976, y esta fue la número 20 este año. Más allá de la brutalidad, entre 1973 y la actualidad, 144 reos que esperaban en las celdas de la muerte han sido exculpados (no hay cifras sobre cuántos ejecutados eran inocentes y habían sido víctimas de procesos fallidos), y se calcula que más de 4 por ciento de los que están en espera de ejecución podrían haber sido condenados erróneamente.
Con su autoelogio de ser un país en el cual la justicia impera para todos, en Nueva York se realizó uno de los últimos juicios relacionados con participantes del movimiento Ocupa Wall Street. Cecily McMillan, estudiante de la Universidad New School, firme promotora de la acción no violenta, está acusada de golpear a un policía debajo del ojo cuando éste intentó arrestarla, acusación que implica una condena potencial hasta de siete años de cárcel. Ella afirma que el policía la agarró por atrás y le lastimó los pechos, y que ella no sabía que el agresor era un oficial cuando le dio un codazo como reacción espontánea de defensa. No importa que el policía haya sido acusado anteriormente de uso excesivo de fuerza, ni que McMillan no tenga antecedentes penales, ni que la policía empleara tácticas de agresión física múltiples veces contra los Ocupa. Como suele suceder, los que denuncian o son víctimas de la injusticia aquí se encuentran en el banquillo de los acusados. (N. de la R.: Fue condenada a 60 días en la prisión de Rikers Island y cinco años en libertad condicional.)
Mientras tanto, como señala el periodista Matt Taibbi en su nuevo libro sobre la aplicación de la Justicia en la época de la mayor brecha de riqueza en un siglo, los más ricos se han vuelto intocables por la Justicia, mientras se aplica de manera cada vez más agresiva contra disidentes y delincuentes pobres.
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Cuando todo queda al revés
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Subraya, como otros, que ningún ejecutivo de los bancos más grandes, responsables del fraude masivo que detonó la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, ha sido encarcelado por este hecho que ha impactado en millones de ciudadanos.
En lo que el presidente Barack Obama proclamó desde sus primeros días como el gobierno más transparente de la historia, el director de Inteligencia nacional, James Clapper, ha ordenado a todo empleado en el sector de Inteligencia y seguridad nacional no tener contacto ni comentar nada con ningún periodista. Por otro lado, la Casa Blanca logró, con sus aliados en el Senado, anular una medida que hubiera obligado a Obama a reportar al público el número de personas muertas o heridas por sus operaciones con uso de fuerza letal, como drones en Pakistán y otros países.
El 1º de mayo es el Día de los Trabajores en casi todo el mundo menos aquí, el país donde se originó con la lucha sindical de los mártires de Chicago por la jornada de ocho horas, a finales del siglo XIX. En años recientes la fecha ha sido resucitada por inmigrantes en lucha por sus derechos básicos, pero ahora fue oficialmente cambiada a algo que no tiene nada que ver con sus orígenes. El presidente Obama, quien considera a Chicago como su ciudad de origen y quien como organizador comunitario seguramente conoce la referencia histórica, justo el mismo día en que inmigrantes y sindicatos se movilizaban por el país en demanda de derechos laborales y civiles, emitió un decreto para designar el 1º de mayo “Día de la Lealtad, fecha en la cual renovamos nuestras convicciones y principios de libertad, igualdad y justicia”, y llamó a que todos celebren este día desplegando la bandera estadounidense o jurando lealtad a la república.
A veces es como esas salas de espejos que distorsionan todo e incluso logran invertir el reflejo hasta que todo queda al revés.
* De La Jornada, de México. Especial para Página/12. David Brooks es periodista mexicano, corresponsal en los Estados Unidos.
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Toda vez que o Brasil não se ajoelha, os vira-latas uivam
Filed under: Complexo de Vira-Lata,Dilma,Direita Hidrófoba,Direita Miami,EUA,ONU,Vira-bosta,Vira-latas — Gilmar Crestani @ 8:04 am
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A regra é clara. Para os subalternos, que vivem aculturados pela máquina de guerra norte-americana, se os EUA querem guerra, o Brasil tem de apoiar. Eles vivem um tempo em que um diplomata tirar os sapatos para entrar nos EUA era natural.
Graças, não a Deus, que disso ele não tem culpa, mas ao Lula e Dilma, o Brasil tomou as suas rédeas para seguir o que um país soberano deve fazer, tratar dos interesses de seu povo. Os EUA está em todas as guerras, desestabilizações, revoluções ou nome que se queira dar onde morrem inocentes, desde que o petróleo continue a jorrar para os interesses dos EUA.
Como estava e como ficaram depois da intervenção dos EUA a Líbia, o Egito, o Iraque, o Afeganistão, a Ucrânia e agora Síria? Não ficarem nem um pouco melhor, mas a máquina de guerra norte-americana faturou e muito. Não está nem um pouco preocupa se com isso aumenta o terrorismo. Pelo contrário, quanto mais medo puderem provocar, mais faturam. Essa é a lógica, faturar encima do medo e da morte.
Dilma nas Nações Unidas: fatos e versões
No afã de reverter o curso da política brasileira nos últimos 12 anos, analistas atacaram pronunciamento em NY
A proximidade das eleições ensejou, mais uma vez, a associação entre desinformação e má fé por parte de alguns analistas da cena internacional, em especial da política externa brasileira.
No afã de reverter o curso que a política brasileira assumiu nos últimos 12 anos, nossos analistas atacaram os pronunciamentos da Presidenta Dilma Rousseff em Nova York como sendo (1) tentativa de transformar a tribuna da Nações Unidas em palanque eleitoral, (2) recusa de chancelar a proposta de desmatamento zero no Brasil e (3) atitude indulgente vis-à-vis os bárbaros crimes do Estado Islâmico.
Vejamos cada uma dessas afirmações.
A Presidenta, em primeiro lugar, tem claro que a política externa não é apenas um instrumento de projeção do Brasil no mundo, mas um elemento consubstancial de nosso projeto nacional de d
Revista de blogues (9/11/2014)
•«(...) Uma diferença importante entre o islão e as outras religiões com mais aderentes é o seu livro sagrado.
A Bíblia, os Vedas e os Sutras são compilações de textos muito diversos, de fontes diferentes e que os crentes aceitam como relatos inspirados mas que podem ser interpretados com alguma flexibilidade.
Em contraste, o Corão é um texto muito mais uniforme, conciso e coerente e que os muçulmanos assumem como sendo uma recitação da palavra divina.
Não tem partes que se possa descartar como alegóricas ou metafóricas nem se dá a grandes interpretações.
Por exemplo, 4:89 expõe claramente como se deve lidar com quem abandona a fé:
«Anseiam (os hipócritas) que renegueis, como renegaram eles, para que sejais todos iguais. Não tomeis a nenhum deles por confidente, até que tenham migrado pela causa de Deus. Porém, se se rebelarem, capturai-os então, matai-os, onde quer que os acheis, e não tomeis a nenhum deles por confidente nem por socorredor.»(3)
No Antigo Testamento também há exemplos deste género, mas enquanto cristãos podem invocar que o Novo Testamento se sobrepõe ao antigo e judeus podem interpretar tais trechos como relatos históricos de práticas que já não se aplicam, para um muçulmano é muito mais difícil descartar as ordens do Corão enquanto mantém a fé neste livro como registo das palavras do seu deus.
•Esta diferença tem consequências práticas.
Não é certamente coincidência que os 23 países que punem explicitamente a apostasia como um crime estejam entre os 49 países de maioria muçulmana.
Dos outros países, sejam seculares ou dominados por outras religiões, nenhum considera a apostasia um crime. A razão mais plausível não parece ser económica ou social.
Parece ser a de que o islão tem um texto sagrado que é aceite como a palavra directa de Deus onde está explícito que se deve matar quem se rebelar contra esta religião.
•Outra diferença importante é a vida e o legado do fundador da religião.
Jesus pregou, rezou, ensinou e foi crucificado.
Buda pregou, jejuou, ensinou e abandonou o seu corpo.
Maomé unificou as tribos de Medina e conquistou Meca com um exército que depois enviou para destruir todos os templos das outras religiões na península arábica.
Nos hadiths é-lhe atribuída a ordem de que «Quem quer que abandone a sua religião Islâmica, então matai-o»(4).
Consumou o seu casamento com Aisha quando esta tinha nove ou dez anos (5). E assim por diante.
Um muçulmano não pode descartar estas coisas como um cristão faz com as barbaridades do Antigo Testamento porque trata-se do Profeta, a peça central da sua religião.
É tão difícil a um muçulmano condenar inequivocamente estas práticas pela barbaridade que são como seria a um cristão admitir que a história da ressurreição é fictícia. (...)» (Ludwig Krippahl)
(-via http://esquerda-republicana.blogspot.pt/2014/11/revista-de-blogues-9112014.html )
O Islão, nós e eles
Paulo Pinto, 3.01.2015
A prestação televisiva da Marisa Moura no último dia de 2014 é um bom exemplo daquele ridículo ... e da cascata de disparates,... Mais do que uma mera aparição infeliz e desajeitada, o episódio revela algo muito mais profundo, a vários níveis:
a) a nesciência palerma e arrogante de quem vai à televisão escudada atrás do estatuto de jornalista e não se preocupa em preparar-se minimamente para a tarefa;
b) o nível zero de exigência por parte de quem coordena o espaço informativo e de quem conduziu a entrevista;
c) o baixo nível de crítica do público, já anestesiado pela banalidade televisiva que constituem os disparates de comentadores.
Mais grave ainda:
falar de política, comentar a crise, as medidas do governo ou as manobras da oposição é algo que oferece, digamos, um notável grau de "clareza": qualquer espetador está mandatado, enquanto cidadão, para concordar ou discordar e para emitir a sua opinião e dispõe de ampla informação, porque se trata de realidades que a todos afetam.
Agora sobre o Islão, "essa coisa do outro mundo", como diz a Safaa Dib?
Não se exigiria um mínimo de cuidado pedagógico a uma jornalista - que, ironicamente, mencionou precisamente o desconhecimento que existe por cá acerca de tudo o que envolve esta temática, sem se aperceber de como contribuiu para aumentar essa ignorância - ?
Em Portugal, Islão significa várias coisas, todas estereotipadas e negativas:
intolerância, mutilação genital feminina, terrorismo, atentados, 11 de setembro, barbudos, guerra, burqas, "Estado Islâmico", atrocidades. Ponto final.
Talvez fosse bom começar por dizer que é uma religião, em tudo idêntica ao cristianismo e ao judaísmo (que respeita e que se assume, aliás, como continuador). Idêntica? Sim. O mesmo Deus (único), a mesma origem geográfica, a mesma conceção do Homem, do tempo e da verdade "revelada", a mesma visão do mundo, da realidade material e espiritual, o mesmo substrato civilizacional e cultural: o Médio Oriente e o Mediterrâneo.
Quem conhece o hinduísmo ou o budismo sabe do que falo. Diferenças? sim, de pormenor, no culto, na teologia, nos dogmas, na prática do quotidiano. Arestas de um tronco comum. Um pinheiro e um carvalho são muito diferentes? Depende se olharmos para cada um ou para o espaço de uma floresta e o compararmos com uma savana.
O que há, sim, são sobretudo tensões históricas, ligadas à turbulência das sociedades humanas. Uma Europa cristã que cresceu no interior de um império já existente (o romano), um Islão que, pelo contrário, nasceu do nada e expandiu-se, naturalmente à custa dos vizinhos.
O resto, o longo conflito entre os dois blocos, resultou do facto de ambas as religiões serem exclusivistas, ou seja, proclamarem a sua verdade revelada como a única válida. Mas a guerra, que eu saiba, não surgiu com o nascimento de Cristo ou com a Hégira.
Uma das ideias mais enraizadas que por cá existe acerca do Islão é o seu alegado monolitismo. Já se sabe, não há frase racista mais típica do que dizer "os pretos [ou chineses, ou quaisquer outros] são todos iguais". Aqui é um pouco o mesmo.
Como ninguém conhece nada do Islão, porque temos uma pequena e (demasiado, a meu ver) discreta comunidade muçulmana e porque o que sabemos é aquilo que nos entra pelos olhos adentro pelas televisões, sempre pelos piores motivos, também eles "são todos iguais".
Geralmente dividem-se entre "moderados" (aqueles que não levantam a voz aos americanos e ao Ocidente em geral e que vivem lá quietinhos nos seus países, atrasados e cheios de inveja) e os "radicais" (os que destilam ódio a tudo o que mexe).
Saddam, por exemplo, era "moderado" enquanto bateu nos ayatollahs iranianos; depois passou a "radical", com temíveis armas químicas e tudo;
os sauditas eram "radicais" quando causaram a crise de 1973, depois passaram a "moderados", mas desde o 11 de setembro não se sabe bem.
A dinastia Assad era "radical" quando alinhava com a URSS e assim se manteve; mas agora, com a explosão do Daesh/'estado islâmico', se calhar até não.
O Khadafi era "radical", depois mataram-lhe a filha e ficou "moderado", não percebo bem porque é que se revoltaram contra ele.
Os iranianos, esses, só foram "moderados" quando tiveram um xá, que até era um gentleman civilizado ...
O islão, nós e eles
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... civilizado e com maneiras. Depois tomaram o gosto ao radicalismo islâmico e nunca mais se endireitaram. Os palestinianos? coitados, se não tivessem aquela mania de querer a sua terra de volta até que escapavam, também há uns que são "moderados" (os que amocham) e os "radicais" (os outros todos). Estou baralhado, são todos iguais, era mas é acabar com aquela seita toda, certo?
Não há religião mais dividida do que o Islão. A primeira grande cisão é, precisamente, entre sunitas e xiitas, mas em cada um destes dois grandes "ramos" existem muitas divisões, nem sempre claras, nem sempre definidas. Se a este fundo religioso juntarmos o confuso caldo de culturas, línguas, tradições (pré-islâmicas), migrações, conflitos, intervenção europeia, traçado de fronteiras, rivalidades e antagonismos profundos, formação e fragmentação de impérios, Israel e, por fim, petróleo, temos uma pálida ideia do que é o Médio Oriente, o coração do Islão. Nem falo de outras regiões, como o subcontinente indiano ou o mundo malaio-indonésio. Foi também por isso que a prestação televisiva da Marisa Moura foi, sob todos os pontos de vista, lamentável: porque balbuciou umas banalidades, reproduziu o velho estereótipo imbecil (curiosamente muito apregoado pelo Daesh e pela Al-Qaeda) de que tudo se resume a uma revisitação das Cruzadas e porque nem sequer a clássica, fácil, simples e básica divisão entre xiitas e sunitas conseguiu explicar. Pelo contrário, foi profundamente ofensiva para qualquer muçulmano: imagine-se um barbudo qualquer dizer numa televisão árabe que os católicos são os descendentes de Constantino, um daqueles imperadores romanos corruptos e que viviam rodeados de luxo e de ostentação, precisamente o que Jesus Cristo combateu. Seria mais ou menos equivalente. Ah espera, ninguém se admirava, porque nesses países são todos atrasadinhos e tapados, não têm liberdade de imprensa e as televisões vivem controladas pelo radicalismo, não é? Ainda bem que por cá, não.
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- por Paulo Pinto, 3/1/2015, jugular, http://jugular.blogs.sapo.pt/o-islao-nos-e-eles-3839438
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